Sepulcros blanqueados
Hace poco escuchábamos floridos discursos sobre la transparencia. Compromisos altisonantes con la moral, la ética, la honestidad. Jóvenes embriagados y embaucados por una propaganda tan abrumadora como embustera servían incautos a un proyecto antipatriótico cuyos verdaderos designios ya podemos ver.
No es solo el costo de la vida que desangra a la gente. Ni que los pequeños productores sufren la quiebra y el abandono porque el mercado de nuevo será de los grandes. O que la fiebre porcina vino a desaparecer a los pequeños porcicultores y que seguirán creciendo los monopolios. No.
Es que además hoy comprobamos que quienes vociferaban transparencia, moral y ética eran sepulcros blanqueados: limpios por fuera, podridos por dentro. Ya se conocen sus lazos con la delincuencia. Regidores, alcaldes, diputados, senadores financiados por un río de dinero lavado.
El ex presidente Nicolás Sarkozy, en Francia, acaba de ser condenado por un tribunal. ¿El cargo? Financiamiento ilícito de campaña electoral. El presidente Piñera, en Chile, y el presidente Lasso, en Ecuador, están a punto de ir a juicio por las operaciones reveladas por los Papeles de Pandora.
¡Sólo aquí no se han enterado los medios del escándalo Pandora!
Amante de los paraísos fiscales, evasor de impuestos, sujeto por igual de financiamiento ilegal de campaña, es como para preguntarnos qué más puede esperar el pueblo dominicano de este “cambio”.
Son más que visibles sus planes para acabar con la institucionalidad construida en los últimos años y para seguir desguazando los bienes públicos.
¿Traerán los sepulcros blanqueados sus fortunas de los paraísos fiscales para aliviar el garrotazo de la reforma fiscal que urden?
¿Puede el pueblo quedarse de brazos cruzados cuando le exigen pagar más impuestos quienes los evaden en paraísos fiscales?
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