Satanizar reclamo de ADP
El método quizás ya no sea el correcto. Privar a estudiantes de tomar clases es negar la tan requerida educación. No debería perderse un minuto de aprendizaje. El país lo necesita y se supone que el Estado invierte miles de millones en ello.
Pero, más allá de esta realidad, está la de los profesores. Maltratados, cancelados, relevados y con salarios que ya resultan ser insuficientes.
Su lucha no luce ser oportuna, por lo obvio: la crisis generalizada, pero injusta no es. El reclamo de la ADP es justo y necesario, ante tanta precariedad: alimento escolar nulo o de baja calidad, planteles abandonados, falta de maestros y sueldo precario.
Desde medios, tirapiedra en mano, se ha intentado satanizar sus reclamos. Que son un barril sin fondo, que siempre quieren aumento, que no es momento de solicitarlo, pues en crisis debe haber un sacrificio de todos…
Talvez haya razón en lo último. Pero el sacrificio no es de todos. El empresariado, cuando aumentan productos por inflación, se lo carga directo a los precios. Los empleados no pueden disponer lo mismo con su salario. No pueden aumentarse el sueldo.
Sindicatos como el de los profesores o los médicos son los que deben proliferar en la sociedad, en todos los sectores. Porque unidos tienen la capacidad de reclamo y de lograr que se les reivindique.
Disparan desde los medios que los maestros cobran más de 40 mil (aumentados en el pasado Gobierno), pero en cuánto está la canasta familiar actualmente. ¿Es 40 mil pesos un sueldazo?
Nos han convencido de esto. Porque los sindicatos de trabajadores son entelequias que no defienden a empleados. Y en ese escenario, desde grandes medios nos dibujan como malos, charlatanes e insaciables a gente del mismo pueblo que la está malpasando, como la mayoría.
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