Año y medio tiene el pueblo dominicano esperando que el Gobierno tome acciones. Tras intensas protestas, inconformidad y descontento, lo que ha llegado no es la acción, sino la reacción, que ha sido tardía e insuficiente.

Ante la Asamblea Nacional y con capa de redentor, anunció el Presidente medidas que buscan paliar la crisis generada por inflación y desmonte de políticas sociales que la población lleva rato reclamándole.

Sin un ápice de vergüenza por lo que anunciaba, el mandatario comunicó al país que aumentará la irrisoria cifra de Mil 650 pesos a la tarjeta “Supérate”.

A inicios de pandemia, el pasado Gobierno llevó esa tarjeta, que entonces se llamaba Solidaridad, a más de 5 mil pesos con todos los beneficios.

Una vez instalado en el Palacio Nacional, el actual Gobierno reconfiguró ese programa de asistencia social (ahora ‘Supérate’) y lo redujo a Mil 650 pesos, que hoy anuncia sin rubor que doblará la cantidad: 3,300 pesos.

Peor aún, el Presidente no reparó en continuar la mofa al anunciar que aumentaba 242 pesos a la tarjeta bonogás, es decir, menos de dos galones de gas licuado de petróleo, que actualmente se expende a 147.60 pesos por galón.

Ante los aplausos programados, creyó el mandatario que encantaba a las masas, mientras fuera del auditorio, en los barrios y campos, la gente veía atónita la consumación de la estafa: rebajar la asistencia de RD$5,000 a RD$1,650 para luego anunciar el aumento a RD$3,300. La inflación se echó a reír y se frotó las manos.