Por Perú. Por Nuestra América
Algún día podrá escribirse en toda su magnitud la odisea del derrocado presidente Pedro Castillo.
Habría que empezar por lo que significó su candidatura a la Presidencia. Un maestro de la escuela primaria. Hijo de campesinos. Hombre de la mayor humildad. Surgido de las luchas sindicales y campesinas de los últimos años en Perú.
Dirigente del Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación de Perú, encabezó las luchas por mejorar las condiciones de existencia de maestros y maestras.
Desde el primer momento su candidatura fue rechazada.
¿Un campesino, un maestro de escuela primaria aspirante a presidente?
La mofa rodaba por los grandes medios activados por la oligarquía peruana.
No viene de la clase dominante sino que la enfrenta con un discurso muy concreto: nueva Constitución, convocatoria de una Constituyente que cambie al Perú y que dé poder al pueblo.
De la burla se pasa a la acusación. Comunista—no podía faltar, desde luego—incapaz, ignorante…
Contra todo pronóstico y a pesar de la maquinaria montada en su contra fue electo presidente.
Desde su juramentación no tuvo sosiego. Un Congreso renuente no le dio paz. Le cabe perfectamente la frase de Juan Bosch: “Goberné sobre el lomo de un tigre”.
Los medios hablan de más de cincuenta asesinados por la represión. Todo el mundo sabe que pueden pasar los cien.
El pueblo peruano sabe que, de nuevo, le han robado el gobierno. Un nuevo artilugio para un mismo crimen.
Basta ver el panorama de Nuestra América para entender qué pasa en Perú.
Entre golpes e intentos de golpes de Estado, más de diez en los últimos años. Paraguay, Honduras, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Brasil…
Por eso, escribir por Perú hoy es escribir por Nuestra América.Y es recordar a Mariátegui.
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.