…pero parece que sí

25-06-2023
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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«Nada, absolutamente nada». Lo escuchó usted probablemente cientos de veces. Quizás hasta lo repitió.

Era, quizás, el adverbio favorito para decir que el país no había avanzado, que poco se había resuelto.

Es curioso el espectáculo, porque sus críticas lucen ahora como premoniciones, un avance de la película de terror a la que nos llevarían.

El Metro ya no te lleva a tiempo y cómodo a tus destinos, como lo hacía antes.

La luz ya no es 24 horas, como antes, y ahora la pagas más cara.

Antes podías solicitar información en las oficinas públicas sin alargamientos. Ya no.

El 911 llegaba a tiempo para salvarte la vida y proteger tus bienes. Ya no.

Tenías medicamentos baratos y en cantidad suficiente en las Farmacias del Fueblo. Ya no.

El Estado te garantizaba los medicamentos para tu cáncer y otras condiciones catastróficas. Ya no.

Tu pasaporte lo podías sacar en un par de horas. Ya no.

El macuteo se había erradicado de las instituciones. Ahora volvió.

El agua llegaba a tu casa sin necesidad de comprar camiones semanalmente. Ya no.

8 de cada 10 cosas que comías en tu casa se producía en los campos de tu país. Ya no.

Antes se enseñaba a leer a los dominicanos que, aún en la tercera edad, no sabían escribir su nombre. Ya no.

Antes se sembraban las montañas del país para recuperar su verdor y sembrar agua. Ahora, los ríos y bosques se pierden con el apoyo del Gobierno.

Esta lista puede seguir alargándola usted, porque sabe y sufre que en cualquier renglón el atraso y la destrucción es más que evidente. Porque detrás de cada programa destruido por improvisación, negocio y desaciertos, hay miles de familias que sufren la pérdida de sus derechos y bienestar.

Hay miles de razones y necesidad para volver al orden, al camino que veníamos transitando antes del tropiezo.

Querrán insistirte en que no, pero sufres cada día la falta de gestión, solidaridad y decoro con las que dirigen. Esa que te lleva, por ejemplo, a la peligrosa decisión de tener que dormir en tu carro, con tu familia, para pasar una noche de apagón. O a que tomes «la vuelta por México» o una yola, que también era una práctica disminuida en RD.

Te van a seguir vendiendo que no se resolvió ni se mejoró nada en los gobiernos del PLD. Visto todo lo anterior, parece que sí.