En estos días, el cinismo y el odio intentan ser los capitanes del ánimo colectivo.

La violencia arropa, cada vida segada por el crimen duele y duelen más, las vidas de tantas mujeres que el feminicidio les borra la sonrisa.

Cuando la razón no alcanza, la poesía canta.

En homenaje a la vida de Jacques Viau Renaud quien murió luchando por nuestras vidas, va su poema.

Nada permanece tanto como el llanto

Jacques Viau Renaud 

¿En qué preciso momento se separó la vida de nosotros 

en qué lugar,

en qué recodo del camino?

¿En cuál de nuestras travesías se detuvo al amor para

decirnos adiós? 

Nada ha sido tan duro como permanecer de rodillas.

Nada ha dolido tanto a nuestro corazón

como colgar de nuestros labios la palabra de amargura. 

¿Por qué anduvimos este trecho desprovistos de abrigo? 

¿En cuál de nuestras manos se detuvo el viento para

romper nuestras venas

y saborear nuestra sangre?

Caminar, ¿hacia dónde?

¿Con qué motivo?

¿Andar con el corazón atado,

llagadas las espaldas donde la noche se acumula, para qué, hacia dónde?

¿Qué ha sido de nosotros ?

Hemos recorrido largos caminos.

Hemos sembrado nuestra angustia

en el lugar más profundo de nuestro corazón. 

¡Nos duele la misericordia de algunos hombres!

Ya no es necesario atar al hombre para matarlo. Basta con apretar un botón

y se disuelve como montaña de sal bajo la lluvia. 

¿En qué preciso momento se separó la vida de nosotros 

En qué lugar, en cuál recodo del camino?