País de gente ingrata
Las últimas semanas nos confirman que este país está lleno de gente ingrata, esas que no agradecen el sacrificio del presidente y su gabinete.
Hay que ser muy ingrato para no reconocer que el Gobierno del Cambio ha transformado el país en meses.
No agradecen que todos los dominicanos tienen seguro de salud y no tienen que pagar medicinas caras.
No agradecen que la economía ha crecido como nunca antes en la historia.
Son mal agradecidos los productores del campo que hoy reciben crédito a tasa cero y aun así se quejan.
Se enferman y ni así agradecen la transformación hospitalaria, las atenciones que reciben y que se ven hasta en los periódicos.
No agradecen que cada mes han recibido la tarjeta Doble y las ayudas de Supérate.
La pequeña burguesía siempre es ingrata, se vive quejando de los precios en los supermercados, el costo de la luz y otras situaciones.
Las mipymes están llenas de gente que no agradece el esfuerzo que hace el gobierno para que crezcan con Ito y su ruta de anuncios.
Un diputado propone una estatua al ministro de Obras Públicas y la gente se burla, pero es el mismo presidente que en un anuncio ha dicho que este señor cambió la cara y la piel del país.
Miles de familias mal agradecidas, no se han atrevido a proponer que a Fulcar se le declare prócer. Un hombre que logró el año escolar pasado por radio y televisión sin invertir un centavo en las cadenas de medios que él y sólo él logró que lo hicieran de gratis.
Educación ha logrado eliminar la Tanda Extendida para que los padres y madres compartan más con sus hijos y ni eso agradecen.
Nunca imaginamos un cambio tan radical de este pueblo; éramos agradecidos y acogedores, pero ya no.
Este pueblo no se merece un Gobierno como el de Luís y su gabinete; no agradecen el sacrificio diario que hacen.
Por ingratos y como castigo se tienen que «guamear» el Gobierno del Cambio por casi tres años más.
A ver si aprenden a ser agradecidos.
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