Consecuencia del Cambio Climático en los trópicos es la agudización de las sequías desde 2015.

Osiris de León afirmó que muchos ríos han disminuido su caudal en un 50% y podrían desaparecer en 50 años. El Inventario Nacional Forestal establece 17 cuencas captadoras de agua en altas montañas. Esos bosques retienen en el caudal de los ríos los 26 mil millones de metros cúbicos de agua que caen sobre el país, pero una parte es alterada y contaminada por la erosión que en nuestra isla ha empeorado en los últimos años y, sobre todo, en los últimos meses.

El Noticiero Ojalá ha denunciado extracción de grava en el lecho de los ríos Haina (Los Corozos), Nizao (Pizarrete), Yuna (Bonao), Camú (Cotuí), sin olvidar el canal del río Masacre.

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La desforestación en  cuencas también denunciada en Ojalá, en Cerro de San Francisco (Bánica), La Guázara (Polo), Ocoa (Las Espinas), Valle Nuevo sur, Los Capacitos (Jarabacoa) y Sabana Clara (Restauración), también agrava la erosión y el daño al cauce del rio.

Como colofón, la contaminación orgánica e industrial por falta de  plantas de tratamiento. Un caso extremo es el río Jaya (Macorís), pero, por desgracia, no es el único. Hacen falta planes de manejo y restauración de nuestras cuencas hidrográficas si queremos tener agua y preservar nuestra biodiversidad para el futuro.