Nuestra educación marchaba bien
Nuestra educación iba bien. Más de medio millón de dominicanos y dominicanas fueron alfabetizados en ocho años en una campaña sin precedentes avalada por organismos internacionales. El analfabetismo bajó del 14% al 5%.
¿Cuántas personas ha alfabetizado el “cambio”?
El programa de alfabetización, a pesar de los miles de millones que maneja la DIGEPEP, ha sido prácticamente borrado.
Sobre un vendaval de críticas del PRM-Abinader, en aquellos mismos ocho años fueron construidas 25 mil nuevas aulas y quedaron centenares de escuelas en diferente grado de construcción.
¿Cuántas ha terminado el gobierno Abinader-PRM?
Si se quería implantar la jornada de ocho horas, había que duplicar la cantidad de aulas disponibles en 2012 (unas 30 mil) y acabar el sistema de tres escuelas (mañana, tarde y noche) que imperaba en nuestro país y garantizar alimentación y útiles escolares a la población escolar. Para eso se necesitaba el 4% del PIB para la educación que, de paso, se convirtió en un motor de las economías locales.
Como nunca antes, el personal docente y administrativo de las escuelas fue remunerado. De tal magnitud fue la transformación que empezó un fenómeno nunca visto en el país: la emigración de docentes del privado hacia el sector público.
¿Qué ha hecho hoy el cambio Abinader-PRM con todo lo logrado?
Sobre la base de que “el problema no es de dinero, sino de calidad de los docentes” el gobierno viene dando zarpazos al presupuesto de Educación.
Cada bono a mil, cada institución que se adosa al MINERD (CAID, MEESCyT) bajo una supuesta “eficientización del gasto” es una mordida alevosa contra al presupuesto de la institución, una violación de la Ley de Educación y un abuso contra el pueblo.
Nuestra educación iba bien. El cambio Abinader-PRM la ha estancado de nuevo.
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