No lo permitiremos

03-10-2022
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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No se necesita ser un genio para saber que la Educación es un proceso largo. Que está íntimamente ligado a su contexto social, histórico, político y que sus resultados, por tanto, dependerán de él.

Quienes admiran la Educación de ciertos países europeos o de Nuestra América será bueno que busquen en la historia de tales países las razones profundas de su sistema educativo.

En la Educación nos va todo. Por eso los grupos dominantes, las religiones, ciertos grupos políticos… quieren controlarla.

Clases dominantes y grupos religiosos, de hecho, han construido sus propias escuelas para controlar qué se enseña a los suyos y qué no.

Porque se puede educar para repetir fórmulas, para reproducir sumisión, para la colonización, y, como diría Freire, para la liberación y dignificación del ser humano.

Va todo lo anterior para quienes desde el gobierno argumentan contra el 4% del PIB para la educación dominicana y para destacar lo que habíamos logrado al iniciar la instalación de la jornada de ocho horas en nuestra escuela pública y la articulación Plan Nacional de Alfabetización-alimentación escolar científicamente pensada (INABIE)-inicio masivo de la educación de 0 a 5 años (Estancias Infantiles-Centros CAIPI-CAFI-INAIPI)-construcción masiva de aulas-contratación masiva de jóvenes docentes-incremento de planes de superación magisterial (IDEIC-INAFOCAM), etcétera.

En dos años de una gestión fanática e ignorante con doctorado casi perdimos esa articulación: una  puñalada mortal asestada de nuevo a nuestra Educación pública que ojalá las nuevas autoridades puedan curar.

Ahora técnicos sabihondos se preguntan: ¿Para qué tanta inversión en educación? ¿Es recomendable sacrificar el Presupuesto de esa manera?

Es decir, otra puñalada artera, otro tajo económico se urde contra nuestra Escuela pública.

No lo permitiremos.