Ni si quiera un programa
En su discurso sobre el inicio del año escolar en el 2020, recién instalado el nuevo Gobierno, anunció el Ministro de Educación una retahíla de programas a implementarse en las escuelas.
Llegó a hablar el Ministro hasta de clases de música en las escuelas. Y lo anunció orondo como algo novedoso, ante el asombro de espectadores que sabían que las clases de música hace tiempo que se estaban implementando en muchas escuelas bajo el modelo de tanda extendida.
A un año de aquel discurso, solo queda el discurso. Desarrolló el Ministerio un turbulento y deficiente año escolar de forma virtual, poco provechoso para los estudiantes.
Comienza el nuevo año con la tanda extendida desmembrada, pan con chocolate como único alimento diario y, como denuncia la Asociación Dominicana de Profesores, 800 mil niños sin docencia por falta de escuelas acondicionadas para las clases.
El sueño del Ministro se ha vuelto pesadilla para profesores, padres y niños. En un año se ha perdido todo lo conquistado.
No solo no ha implementado los supuestos nuevos programas, sino que ni si quiera ha mantenido los ya existentes.
Ya que anda repartiendo biblias el Ministro, le recomendamos el pasaje en que Jesús fue a orar con Pedro y otros, quienes se durmieron mientras su maestro oraba. Jesús los sorprendió y les dijo: ¿Ni siquiera una hora pudieron ustedes mantenerse despiertos conmigo?
Al Ministro le preguntanos: ¿Ni siquiera un programa educativo pudo mantener?
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