El Gobierno sacó la OMSA de la Núñez de Cáceres, autobuses con aire acondicionado a un costo de 15 pesos. En su lugar instaló un corredor que cobra 35 pesos al pasajero.

La compañía -Conatra- es propiedad de un senador del PRM (partido de Gobierno) y fue aprobada por quien fuera secretario general de Conatra y ahora director de Intrant. Es decir, fue una autoaprobación.

El corredor fue entregado a Conatra de manera exclusiva y no a través de licitación. Ha sido, a todas luces, un negocio entre compadres.

¿Esa es la alianza público-privada que propone el Gobierno?

Después de atropellar el bolsillo de los pasajeros, ahora Conatra, en una sinigual desfachatez, pide al Gobierno ir en auxilio de los choferes, que no están «cuadrando» en el corredor. Es decir, que el Gobierno pague hasta por los pasajeros que no abordan.

En más de una ocasión, usuarios han protestado por el costo del pasaje del “moderno corredor” sin que tuvieran más repuesta que la indiferencia del Gobierno.

¿El corredor se hizo para beneficiar a los usuarios o a esa empresa?

Estaremos atentos a la inadmisible solicitud de subsidio del senador transportista.