Matando nuestros ríos. La impune contaminación
El río Yuca nace en la Loma de la Sabana, en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte. El mismo cuyas aguas visiblemente contaminadas arroparon más de 25 casas, en el respaldo Brisas del Este, el aciago noviembre pasado por los más de 400 mililitros de lluvia caídos.
El Yuca vuelve a ser noticia otra vez, ahora por la contaminación de una reconocida empresa avícola. En franca violación a la ley medioambiental, vertiendo directamente al río desechos industriales sin tratar.
Es la cotidianidad en nuestro país huérfano de autoridades de medio ambiente, congresuales y municipales. Todos los estamentos legales que deberían proteger nuestros recursos naturales y nuestro patrimonio natural y a nuestro pueblo.
Esta semana también fue noticia por la gran contaminación denunciada por las redes el río la Dura, de Higüerito, Moca. Sus aguas enrojecidas por un contaminante desconocido, mostraban el abuso de poder de los desaprensivos y la orfandad de los comunitarios.
Ya denunciamos lo que se pretende hacer con el Brujuelas, y lo único que se le ocurre decir al Ministro de Medio ambiente es que los dominicanos somos tan irresponsables que necesitamos cada uno un policía para respetar las leyes ambientales.
Pues no, señor Ministro. Hay muchísimos ciudadanos conscientes y respetuosos del medio ambiente y de nuestra biodiversidad. Quienes no hacen su trabajo de hacer cumplir las leyes y la Constitución que juraron hace ya casi cuatro años, son ustedes.
Y si el pueblo dominicano tiene que irse a las calles como cuando los lodos cloacales en Oviedo, la cementera en Los Haitises o la presa de Cola en Monte Plata, otra de tantas, ser conscientes sabremos.
Ángela Guerrero
Bióloga. Botánica. UASD.
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