Lo que faltó el pasado 16 de agosto

22-08-2022
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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Al leer Pensadores Decimonónicos, de Roberto Cassá, comprobamos que el pensamiento de los intelectuales dominicanos más destacados del siglo diecinueve (XIX) está atravesado por una idea fundamental: sólo la educación del pueblo puede salvar a la República Dominicana.

Eugenio María de Hostos, orientador de parte de esos pensadores y protagonista principal de la primera revolución educativa en nuestro país, lo resumía de manera lapidaria: Hemos intentado todas las revoluciones menos la única que puede salvarnos: la de la educación.

Nuestros más avanzados pensadores del siglo XX también compartieron aquella idea del Maestro. Ellos mismos eran fruto brillante de las propuestas de Hostos.

Muchas décadas debieron pasar, sin embargo, para que los gobiernos dominicanos volvieran su mirada hacia la educación pública. La de los pobres. La del 99% de la población.

En 2013 por fin logramos una inversión récord en educación: 3.5% del PIB. En 2014 alcanzamos un 3.96% y en 2019 llegamos al 4.04%. Histórico el programa desarrollado. Decenas de miles de nuevas aulas. Inicio de la jornada de ocho horas, en contraste con las tres horas de docencia; capacitación docente…

Pero el pasado lunes 15 de agosto se denunciaba que el ITSC está abandonado. Que muchos de sus docentes no cobran hace meses. El 19, un reportaje en DL, página 18, habla de la “desesperación de padres y tutores”; de “largas filas en los centros educativos públicos”; de padres y madres que “amanecen en las escuelas” buscando cupo para sus hijos; de “muchas escuelas inconclusas”; de que el MINERD “alquilará locales para atenuar la falta de aulas”; de “gran cantidad de planteles que están en proceso de construcción” heredados de la gestión pasada… En dos años, el “cambio” no los ha terminado.

Esos datos importantes faltaron en la rendición de cuentas del pasado 16 de agosto.