La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) acaba de concluir su proceso electoral para elegir la nueva directiva y su Presidente por un periodo de tres (3) años. Elecciones que ocurren en un contexto especial del Sistema Educativo y del proceso político nacional.

Cada día se escuchan lamentos y reclamos de padres y alumnos acerca de la situación de las escuelas, los despidos de personal, las dificultades del programa de alimentación escolar, los brotes discretamente tratados del Covid 19, y en el hondón del drama la preocupación por lo que pasa en las escuelas.

Se percibe un tufo de desaliento y preocupación por el curso que lleva la educación nacional en medio de la Pandemia. Algunos no lo cuentan o miran de soslayo el problema. Vivimos un laissez faire, laissez passer en todo lo que tiene que ver con el obrar del gobierno.

Las elecciones del gremio movilizaron los partidos políticos y al gobierno a tal punto, que las mismas se convirtieron en un campo de batalla en el que el gobierno y sus aliados (fuerza del pueblo y otros) movilizaron todos sus recursos para imponerse en la dirección de la ADP.

Funcionarios locales y nacionales, cuadros políticos de todos los aliados hicieron lo imposible por su causa. El motivo: había que impedir la victoria de la plancha de la corriente Eugenio María de Hostos, vinculada al PLD.

Ellos mismos fraguaron el Guion de los Aliados: derrotar al PLD al costo necesario.

Los resultados electorales en la ADP han sido elocuentes. Han puesto ante el país, nueva vez, la composición de las alianzas del gobierno Abinader con un grupo de partidos políticos. Aliados electorales a nivel nacional, aliados en la ADP y en otros gremios, en fin, aliados todos contra el PLD.

La derrota va para todos: PRM, Fuerza del Pueblo, PRD y la izquierda. La gente cambió, pero de rumbo.