La trampa del sobreendeudamiento
Hace poco, una amiga compartió en su programa de radio el caso de una persona que, junto con su madre, había acumulado deudas en múltiples tarjetas de crédito y préstamos.
La morosidad y los intereses, no se aguantaban. Su plan de rescate era consolidar todas las deudas en un solo crédito. Sorpresa.
Le negaron el crédito. Cuando más apoyo necesitaba, menos lo obtuvo. El problema es mayor. No solo afecta su bolsillo, también su paz mental, el rendimiento laboral y hasta quién sabe, si puede desencadenar en una depresión.
Las entidades financieras administran dinero ajeno. Evidentemente procuran perfiles con alta probabilidad de pago, y lo determinan a través del score crediticio. Una persona con puntaje por debajo de 590 puntos enfrenta puertas cerradas, porque su historial grita “riesgo” a las entidades.
Esta historia ilustra una ironía del sistema financiero. ¿Cómo pueden visibilizarse las salidas que tienen personas en situaciones como la de él?
Recuperarse de una difícil situación financiera y crediticia no solo es difícil; puede ser un laberinto del que se puede tardar años en salir.
El usuario financiero no siempre tiene un activo que dar en garantía para obtener el préstamo ni el conocimiento para saber cuál entidad ofrece préstamos de consolidación de deudas o cómo hacer un plan de saldo de deudas.
Este tema cobra hoy mayor importancia al observar un incremento de un 22 % entre enero y julio de 2025, de la cartera vencida del sistema financiero dominicano.
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.