En Samaná, la frontera inmobiliaria se está adueñando de las playas y rellenando humedales costeros, según denuncian desde agosto varias juntas de vecinos, empresarios e inversionistas cercanos a la laguna Maricó.

El proyecto turístico residencial identificado como “Residencial Las Ballenas”, en fase inicial de construcción, está haciendo “movimientos de tierra, sacando lodo y agua del humedal y rellenando con piedra y caliche sin que las autoridades hagan nada al respecto”, denuncian juntas de vecinos, y negocios en Las Terrenas.

Lo mismo hizo el proyecto Arpel Beach Front, de seis edificios, siete villas y demás instalaciones para tal desarrollo turístico, y el Zafera Investments, bajo la marca Marriot, que rellenó decenas de miles de metros cuadrados de humedal en su fase inicial de construcción sin que las autoridades ambientales dijeran nada.

Los denunciantes reclamaron que el relleno de los humedales ha provocado que se inunden las viviendas de los alrededores cuando llueve. La zona ha sido gravemente afectada y se mantiene casi permanentemente inundada debido a los rellenos que se han realizado y los que se están haciendo ahora.

Los rellenos provocan pérdida de biodiversidad, destrucción de hábitats naturales, disminución de la calidad del agua y alteración del hidroperíodo de la laguna Maricó, disminuyendo la capacidad de los humedales para absorber el agua y las lluvias intensas causarán inundaciones severas poniendo en riesgo viviendas y carreteras y la vida de los residentes.

Además, los rellenos ilegales de los humedales se han hecho contra las paredes de residencias privadas, generando presión con riesgo de colapso, sin mencionar el impacto económico por la disminución de valor de dichas propiedades.

¿Quién pondrá el cascabel al gato de la expansión descontrolada de la frontera inmobiliaria?

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