La energía la asociamos a la vida, al sol, al viento, a los mares, a la fotosíntesis y al metabolismo humano. 

La memoria militante conserva, guarda, vivencias, recuerdos, experiencias y saberes propios en los quehaceres de un partido político. También, de sus ansias o anhelos. Es una suerte de memoria de energías políticas pasadas y deseadas.

Hoy estamos viviendo otra de las absurdas  situaciones que nos sirve el gobierno Abinader con resultados no previstos, en la producción y comercio y en el PLD.

¿Qué ocurre?

Primero: el gobierno Abinader ha defraudado a sus ilusionados mandantes: empeoró la seguridad y soberanía energética del país, sobreendeudó inútilmente al Estado mientras mantuvo bajos ingresos tributarios (la llamada crisis de asequibilidad de la deuda), el elevado incumplimiento tributario de empresas y una gestión ineficiente del gasto; desprotegió la producción agropecuaria nacional a tal punto, que provocó un aumento de precio de los alimentos en 46 %.

Tal es la incertidumbre que ha creado su absurda y disparatada gestión, que la banca global y regional, tenedores de bonos y empresas calificadoras relacionadas, están exigiendo de urgencia una reforma que amplíe el espacio fiscal dominicano, porque dudan de la capacidad del gobierno Abinader de invertir, atraer inversión, gastar y de honrar la deuda con ellos.

Sin embargo, al filtrar con asombrosa torpeza posibles escenarios “de castigo fiscal”, sin ninguna explicación ni certezas tranquilizantes, el gobierno Abinader ha provocado que empresas y comercios adelanten aumentos en los precios de sus mercancías como medida preventiva. Un descalabro inflacionario.

Segundo: la obsesiva codicia electoral del PRM de febrero y mayo, la voluminosa inversión en orquestas mediáticas para dañar la reputación, desmembrar e inutilizar al PLD, ese enorme capital legislativo acumulado, en lugar de gastarlo en procurar la reforma fiscal, el gobierno Abinader lo está dilapidando en intentar una reforma constitucional innecesaria y maliciosa.

Más aún, como reacción política no prevista, fracasado el intento de provocar una lucha generacional en el PLD, ha hecho resurgir con asombrosa energía la memoria militante del PLD que atesoran miles dirigentes y militantes de toda la vida. Los forjadores del PLD de siempre.

Una reacción de la que estoy siendo testigo en todo el territorio nacional.

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