Este 30 de junio es propicio para recordar la dimensión pedagógica de la vida y la obra de Juan Bosch.

Tan pronto regresó de su primer exilio, en 1961, y con las elecciones de 1962 a la vista, Juan Bosch inició una gran campaña de educación política del pueblo dominicano.

Nunca antes un candidato se había propuesto nada parecido en República Dominicana. El recurso fundamental entonces fue la radio, que penetraba más lejos en una sociedad principalmente rural. Charlas cortas, lenguaje sencillo y temas pertinentes completaban aquella pedagogía.

Ya en la Presidencia, el afán educador continuó con cartas y conferencias a propósito de cada efeméride y luego del golpe de Estado y la revolución de abril viene la reflexión con CRISIS DE LA DEMOCRACIA DE AMÉRICA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA y exposiciones escritas en todos los medios.

A fines de los años sesenta se propone intensificar la educación política de la militancia del PRD. El rechazo a las nuevas ideas lo lleva a fundar el PLD donde la nueva escuela fructifica. Una de las misiones principales asignadas al nuevo partido fue precisamente continuar la educación política del pueblo dominicano.

Casi una veintena de folletos de Estudios Sociales y la revista POLITICA: TEORÍA Y ACCIÓN fueron escritos para la militancia, mientras el periódico VANGUARDIA DEL PUEBLO y el programa radial LA VOZ DEL PLD completaban aquella empresa de formación de conciencia política y ciudadana.

Juan Bosch recordaba siempre que los procesos de cambio toman muchos años y la educación de las masas es parte indispensable en los mismos. En esto fue hostosiano siempre y sin proponérselo superó a su maestro en la profundidad y penetración del trabajo docente.

Continuar la educación política del pueblo dominicano es hoy más necesario que nunca. ¿Estará el PLD en condiciones de dar continuidad a esa tarea que le asignó Juan Bosch?