Gerencia con corazón
En economía, los números fríos no existen. Son todos calientes, por la sencilla razón de que es sangre humana la que circula por las arterias y venas de su cuerpo.
No son fríos porque son seres vivos, no muertos, quienes crean, se apropian y consumen los bienes y servicios que en ella se producen.
Igual ocurre con la gerencia pública. Es de corazón o no será. Cuando digo y escribo de corazón estoy diciendo de amor al prójimo.
Ese prójimo al que me refiero somos todos y todas los habitantes de esta tierra, propietarios de lo público, dueños de una propiedad común, los bienes y servicios públicos.
La gerencia privada eficiente persigue la maximización del lucro; la gerencia pública, en cambio, el bienestar durable.
Cuando usted escuche a un administrador de bienes y servicios públicos, en su condición de político funcionario, hablar de números fríos y de que la situación amerita tomar medidas impopulares, encienda sus defensas, sepa que no es amigo suyo, que algo trama en contra de usted y que el despojo está en marcha. Porque lo que sana no enferma.
En cambio, hay que celebrar que para sanar el malestar y padecimientos actuales de empresas y familias de la República Dominicana, el candidato a la presidencia de la República por el Partido de la Liberación Dominicana, Abel Martínez, se asuma a si mismo como un gerente con corazón, con amor a su prójimo, que somos todos los dominicanos y dominicanas.
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