Dentro de pocos días el gobierno cumple su primer año de gestión, el relato de que estamos cambiando y la campaña de culpar a otros llega a su fin, pero quienes gobiernan siguen en campaña como si fueran oposición.

A partir de ahora esperamos que puedan comenzar a trabajar y a ejecutar las promesas de campaña y lo que dicen que han hecho, pero que nadie ve.

Hemos visto una especie de pasarela de ministros y otros funcionarios frente a las cámaras haciendo una apología de su ejecución, una rendición de cuentas hecha por ellos y para ellos. Vedetismo puro y simple.

Llegó la hora de que salgan de su burbuja y comiencen a ejecutar todos eso que dicen haber realizado.

No pedimos mucho, apenas que por lo menos resuelvan algunas pequeñas cosas, entre otras:

Que los precios de los alimentos bajen y corten la cadena de especulación apoyada por algunos ministros.

Si pueden atacar de fondo la Peste Porcina Africana que nos llegó por su descuido, los productores y el pueblo lo agradecerán.

Que en vez de importar más inflación, como en el caso de los pollos, se animen a echar a andar el aparato productivo interno.

Ojalá y retomen los programas de crédito a baja tasa para MIPYMES y pequeños productores del campo para realmente generar riquezas y empleos.

Que por favor no dejen deteriorar el 911 y otros servicios que son conquistas de la población.

Hay muchas más, pero con estas en marcha podríamos comenzar a creer en su relato.

Mientras tanto, el slogan de que «Estamos cambiando» es hueco, vacío, casi cínico y sobre todo una formidable mentira.