Es mentira la verdad

07-08-2024
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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El relato no cuenta la realidad y los hechos son mentira, de verdad. Absolutamente todos estamos expuestos a informaciones falsas, despachadas desde medios de comunicación a los que les atribuimos, de manera inocente o ingenua, cierta credibilidad.

El más sonoro caso reciente es el de la boxeadora argelina Imane Khelif, quien salió en portadas de periódicos digitales e impresos, noticiarios de radio y televisión y comentarios de redes sociales, en los que la señalaban como transgénero que había irrumpido en los Juegos Olímpicos para golpear a mujeres a través del boxeo, desde su condición de hombre biológico.

Salió en todos lados y todos estuvimos expuestos al debate que se generó en torno al supuesto hecho. Pasaron unos días y luego supimos que la boxeadora no es transgénero y que está participando en los Olímpicos con todas las de la ley como mujer que es.

Así ocurre con muchas informaciones. La verdad no la sabemos. Y no tenemos forma de comprobarla, los medios de comunicación publican cualquier asunto como un hecho verídico y comprobado, no siendo así.

El afán de publicar una supuesta primicia o el morbo, abortan los más elementales criterios que deben tenerse para comunicar la verdad. Y muchas veces se hace con la intención aviesa de mentir, de divulgar un bulo, algo falso o no confirmado o una media verdad envuelta en medias mentiras, lo que conocemos como posverdad.

Resulta tan fácil para quienes manipulan la opinión pública hacernos navegar entre mentiras, generarnos dudas, incertidumbre, confusión o entretenimiento, para que no nos ocupemos de pensar en los verdaderos problemas, los medulares de la sociedad.

Dijo El Roto, un connotado caricaturista español, que el problema de esta era de la comunicación y la información es que no hay manera de saber lo que pasa.

Los hechos no importan, sino lo que nos cuentan como hechos. El relato termina convirtiéndose en hecho.    

Los bombardeados de información, es decir, nosotros, debemos establecer mecanismos de defensa: cuestionar cada información que nos sirven, esperar a tener datos precisos, evitar comentar supuestos y analizar qué intereses pudieran estar detrás de tal o cual noticia, para que no nos hagan creer que es verdad la mentira y que es mentira la verdad.