En el Día Mundial del Defensor Ambiental
En 2006 fue establecido el 17 de julio como Día Internacional del Defensor del Medio Ambiente para reconocer a once trabajadores forestales que perdieron la vida mientras luchaban contra las llamas de un incendio en Guadalajara, España.
El propósito de esa declaración es concientizar sobre el cuidado del ambiente y la actuación responsable con nuestro entorno y por eso se reconoce a los que han dado su vida por la defensa de la naturaleza y la lucha constante de mejorar el bienestar del patrimonio natural.
En 2017, entre el 40% y 50% de los 197 defensores asesinados eran comunitarios indígenas y locales. Al menos el 60% de los crímenes ocurrió en América Latina y el Caribe, una región rica en recursos naturales y también la zona más peligrosa del mundo para los defensores del medio ambiente.
Tenemos mártires ambientales desde hace mucho más tiempo, como Chico Mendes, asesinado por defender la Amazonia en 1988. Ya sean bomberos forestales, comunidades indígenas, guardaparques, científicos o activistas ambientales todos debemos asumir la defensa del planeta en cada hábitat, especie o ecosistema, porque es nuestra propia sobrevivencia la que está en juego.
El mismo Chico Mendes dijo que pensaba que defendía los árboles de caucho, que eran el sustento de su comunidad. Pensó luego que la lucha era por la Amazonía. Después se dio cuenta que era por la humanidad.
Porque todo está conectado y si no defendemos nuestro patrimonio natural seremos los próximos, no ya los elefantes en Tanzania o los osos en Canadá o las ballenas en Finlandia y Japón; sino Sixto Ramírez, en Boca de Mana, o Francisco Ortiz, en Tireo, o los dos guarda parques asesinados en sus puestos de trabajo, o Berta Cáceres, en Honduras; en fin, la larga y dolorosa lista de mártires ambientales.
Y como en RD tenemos unas autoridades ambientales que no funcionan, pues nos toca a todos y cada uno de nosotros ser Chico, Sixto, Berta y Francisco, porque no cesan las agresiones contra nuestra biodiversidad y nuestra naturaleza, ya sean ríos, montes o playas.
Cómo dijo Chico Mendes, ecología sin lucha social es jardinería, y parafraseando a Rosa Luxemburgo, ecologismo o barbarie.
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.