Tener casa propia provee de tranquila seguridad ante las incertidumbres que acompañan la vida.

Para ayudar a los que no tienen fortuna, que son los más, están los préstamos hipotecarios, eso sí, debiendo vivir un tiempo con la vivienda hipotecada.

Un trayecto que se extenderá por 15, 20 años quizá, bajo el acoso de incertidumbres como perder el empleo, un salario no indexado por inflación, de enfermarse con elevado gasto de bolsillo en medicamentos, de padecer la inflación de alimentos y servicios y de sufrir alzas en la tasa de interés. Cualquiera de ellas puede resultar fatal, llevar al impago de la hipoteca y perder la vivienda.

En República Dominicana, febrero de 2022, un préstamo hipotecario de 4 millones de pesos a 15 años con seguro incluido, generaba una obligación mensual de 43,920 pesos; un año después, de 53,757 pesos mensuales. La tasa de interés hipotecaria ponderada ha subido en 12 meses de 9.255 % a 13.152 %.

Por una situación parecida están atravesando muchos españoles.

“Una hipoteca de un importe medio de 142,654 euros a un plazo de 25 años y un Euribor más un interés del 1 %, la cuota será de 804,9 euros mensuales. Respecto a marzo del año pasado, esto supone un encarecimiento de 282 euros al mes y 3,389 euros al año”. https://bit.ly/40AsiEk

Ese drama de muchas familias españolas está recogido en la película En los márgenes, dirigida por Juan Diego Botto y protagonizada por Penélope Cruz y Luis Tosar.  Muestra la angustia hipotecaria, el temor al desahucio que destroza vidas, que dinamita relaciones de pareja para siempre. Puede verla en Netflix.

Los alimentos y medicinas caros han puesto a la gente a comer y a cuidarse menos; la hipoteca y la mortificación por las alzas en la tasa de interés, a dormir mucho menos.