El medio y la mitad
La mitad salió a teñirse el dedo. A la otra mitad no le interesó. Y, pasada la fiesta, en República Dominicana va quedando medio ambiente y media democracia. Medio ciudadano que es medio indiferente.
Según el medio de vida que les impone el criterio, durante el certamen, algunos salieron al medio y otros se quedaron al lado del camino, diría Fito Páez.
Desafiando la media, volvió a votar la mitad. Fue medio raro, han dicho algunos. La elección quedó a medias. A la democracia, mujer de la vida alegre, el pueblo la vio en la estación. Llevaba medias negras.
Con más dudas que certezas y más preguntas que respuestas, pasaron las fiestas. Medio barrio se quedó, a pesar de que fue invitado. La mitad de los que fueron, celebraron su ausencia. La otra mitad los echó de menos.
Como en los versos de Serrat, pasada la fiesta, y con la resaca a cuesta, vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal. La zorra pobre al portal. La zorra rica al rosal y el avaro a las divisas.
Le queda al medio ciudadano de la media isla, en medio de sus problemas, bajar la cuesta, porque, arriba en la calle, se acabó la fiesta.
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.