El día después
Reverenciamos nuestro pasado cuando recordamos agradecidos lo que otros hicieron por nuestro bienestar aún sin conocernos; cuando nos asombramos y nos deleitamos con las proezas, sacrificios y dedicación de nuestros antepasados.
También, cuando no olvidamos las vergüenzas, crímenes y abusos en el largo trayecto que ha sido nuestra historia.
¡Los seres humanos son capaces de todo, hasta de lo inimaginable! Las guerras, el odio, la fraternidad, el amor y la inteligencia, no me dejan mentir.
Los recuerdos son necesarios, hay que convenir. Importan. Sustancian la identidad y fortalecen la autoestima. Un pueblo sin historia es como una familia sin abuelos…aunque el afán ahora sean los nietos.
El día después. Ayer fue 1º de mayo. Hoy es 2 de mayo. ¿Qué haremos, cuál es el plan para dejar de tener tantos empleos precarios, con salarios miserables, sin cobertura de salud y sin jubilación?
¿Qué haremos, cuál es el plan para dejar de tener tantas mujeres sin empleo, queriendo trabajar y bien educadas para tenerlo?
¿Qué vamos a hacer para recuperar la democratización del crédito, la alimentación escolar, aumentar la producción agropecuaria e industrial, la atención en salud y para bajar las hipotecas de viviendas?
Eso es lo bueno de día después. Pone a pensar a futuro.
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