El corruptor mayor

17-05-2021
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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El corruptor mayor pervierte el pensamiento. No le interesa la razón. Va al instinto. A las emociones. En un sentido o en otro, según el propósito.

La propaganda comercial hace llorar, salivar, desear, instala aspiraciones… La propaganda política va al Poder político. Piense en Hitler, Franco o Mussolini. Millones ocupados en odiar al otro, convertido en culpable de todo.

Más cerca aún, piense en Trujillo (todavía venerado por algunos) y su Foro de linchamiento mediático.

Corromper el pensamiento de la masa no es difícil si se tiene poder: millones, medios y un equipo de mercadólogos puede bastar. Reducir la política a mercadotecnia es fatal.

En política se corrompe el pensar instalándole, por ejemplo, la corrupción donde conviene. No se dice que la corrupción vive en el sistema social, sino que es política. Así quedan fuera de ella empresarios, iglesias, especuladores… y todos sus grandes y pequeños beneficiarios.

La educación hostosiana insistía en educar la razón. Hace más difícil instalar discursos y linchamientos. Hace más difícil corromper y fanatizar.

Porque si la corrupción fuera de signo político, el actual gobierno no contara ya decenas de escándalos.

Desde obscenos abultamientos de nómina, hasta robo y despilfarro.