El ántrax o carbunco

27-07-2024
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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El ántrax, enfermedad conocida como carbunco, afecta tanto a animales como a humanos y la provoca la bacteria Bacillus anthracis. Ésta, al entrar en contacto con el oxígeno del aire, forma esporas que son como cápsulas muy resistentes y muy infectivas, que pueden permanecer en el suelo por muchos años.

Presenta varias formas según la vía de infección, sobretodo a través del contacto con las esporas en entornos naturales, ya que el ántrax afecta principalmente al ganado bovino, porcino, caprino y equino y  animales de caza.

Las vías de infección pueden ser cutánea, gastrointestinal, por inhalación e inyectable. La primera es por una herida, la más común y menos letal; y la inhalación, la más peligrosa, con síntomas que pueden tardar hasta seis semanas en manifestarse.

La transmisión a los humanos se da principalmente por el contacto directo al consumir carne infectada, aspirar las esporas o entrar en contacto con animales o productos infectados, como carne o lana.

En noviembre del 2023, la OMS ya alertó sobre la expansión lenta, pero creciente, del bacilo, cuando se registraron 1,166 casos sospechosos y 20 muertes en Zambia, Kenia, Malaui, Uganda y Zimbabue. En Zambia, en 1992, fallecieron unas treinta personas.

 En Haití se registraron, de 1973 a 1977, 1,507 casos. Y si a la presencia histórica del bacilo en el ganado se suman: inseguridad alimentaria por la crisis social, crisis sanitaria debido al deterioro ambiental, por las secuelas del terremoto y ciclones, las sequías, e inundaciones, la tormenta perfecta no solo para el ántrax, sino para muchas otras que ya conocemos: cólera, dengue y todos sus primos arbovirus, malaria, tuberculosis, y muchas más. Como ocurrió con la Peste Porcina Africana, que no se hizo caso a las alertas internacionales y pasó lo que pasó.

La OMS subrayó la urgencia de un plan de contención ante la envergadura del brote en África. Lo mismo aplica para la isla que compartimos. Cerrar la frontera y asustar a la gente no resolverá el problema. Es necesaria una red de vigilancia epidemiológica permanente en nuestra frontera común.

Ángela Guerrero
Bióloga. Botánica. UASD.