República Dominicana es un país de ríos con una gran biodiversidad. Fuentes de agua dulce esencial y alimento para ciudades y campos. Muchos están amenazados por la agricultura y la minería. E1 l4 fue Día Internacional por la acción de los ríos y el 22 es el del agua, por eso mostramos las principales amenazas.

1. Deforestación

Entre las consecuencias más graves de la deforestación, como los fuegos y la tala en la Sierra de Bahoruco y la Cordillera Central, está el incremento de la temperatura global y la pérdida de biodiversidad. Los árboles cumplen una función reguladora del agua y si los bosques aledaños a los ríos desaparecen, éstos también se secarán. Ocurre con la extracción minera de la Belfond en el Bahoruco Oriental y la extracción de arena y grava que afectan ríos como el Bahoruco y Nizao, por ejemplo.

2. Contaminación química por minería e industria

La contaminación química afecta seriamente actividades productivas como la agricultura, en las que el agua es un elemento fundamental. Es el caso de la extracción de oro por Barrick Gold con cianuro almacenado en la presa de cola del Yagal, que se infiltra hacia las microcuencas aguas abajo. Como el caso del rio Maguaca.

3. Especies introducidas

Las especies introducidas como peces, crustáceos, entre otras, en ríos y ecosistemas que no sean su hábitat natural, como las tilapias y el pez gato, son una amenaza para el equilibrio ecológico de los ríos y las especies que los habitan.

4. Las represas y presas hidroeléctricas

Las construcciones tienen un fuerte impacto sobre los ecosistemas hídricos. Afectan drásticamente el caudal de los ríos, limitan los procesos naturales de reproducción, desove y alimentación de los peces y toda su biodiversidad acuática. Este es el caso de la mayoría de las presas en RD, por eso nos oponemos a las de Las Placetas y La de boca de dos ríos, en la cordillera central.

5. Cambio climático

Impactará en los ecosistemas de agua dulce en la cantidad, calidad y tiempo de los suministros de agua, debido a  la estacionalidad e intensidad de las lluvias, las temperaturas más altas del aire y el agua, y los cambios en la recarga de aguas. Y todo esto provocará sequias prolongadas, desertificación y desaparición de ríos.