Somos signatarios de  convenios internacionales sobre medioambiente y biodiversidad. El de Cartagena, sobre el medio marino en  el Gran Caribe, es vinculante con protocolos específicos, el de Áreas de Protección Especial de Flora y Fauna Silvestres (SPAW), para proteger, conservar y manejar de manera sostenible estos recursos.

Hay cinco Parques Nacionales en este protocolo: Jaragua, Los Haitises, Sierra de Bahoruco, La Caleta y Cotubanamá. Todos muy amenazados por conflictos de manejo: cambio de límites a Los Haitises; en Jaragua, mega proyectos turístico y tráfico de especies. Sierra de Bahoruco, explotaciones mineras dentro y fuera de sus límites y plantaciones de aguacates y café.

La Caleta y Cotubanamá, cuando parece que los empresarios turísticos entienden que esas áreas son un plus para sus negocios, el gobierno aprueba la explotación de petróleo en la cuenca marina de San Pedro. Una compañía promete invertir US$12 millones en ocho años.

¿Vale la pena?

Sólo en 2019, la inversión extranjera directa en turismo llegó a 667.4 millones de dólares y el Estado sólo en limpieza de playas invirtió un millón 319 mil dólares.  Países como Costa Rica están vetando la explotación petrolera y RD, que es solo parte de una isla, debería hacer lo mismo.

Demasiado que arriesgar. Nuestra gran inversión debe ser en educación para que entendamos de una vez que la naturaleza y el agua son nuestra gran riqueza.