Día Internacional del Trabajo
El Primero de Mayo encuentra a trabajadores y trabajadoras en lucha colosal por la existencia. La propia y la del Planeta.
Las grandes jornadas del pasado, con su heroísmo y épica memorables, parecen poco ante los desafíos que se levantan en el camino de los pueblos hacia el bienestar.
A las luchas por salud, educación, empleo, crecimiento, alimentación, asociación se agrega hoy la lucha contra la deforestación, la contaminación, el cambio climático y la destrucción del Planeta.
Hoy, como ayer, es agenda de trabajo global y local.
Desde las épicas jornadas del siglo XIX y principios del XX hasta hoy, es mucho lo que han cambiado capitalismo y humanidad.
Pero he aquí el dilema: el sistema avanza fabricando desigualdad. Llevando la existencia hasta sus límites. Concentrando la riqueza en menos manos. Generando más pobreza y destrucción. Global y local.
No hay que ir lejos. Nos lo dice el río Manoguayabo cuando llueve y no se ve el agua, sino la carga brutal de basura plástica que va a contaminar el litoral. El Ozama, el Haina por igual.
En lo social y económico, perdemos conquistas hace poco alcanzadas: 911, disminución del hambre, financiamiento solidario, alimentación escolar de calidad, estabilidad de precios…
Menos de dos años de “cambio” y más de un millón se suman a las filas del hambre.
A dominicanos y dominicanas, el Primero de Mayo nos invita a luchar para recuperar lo perdido y a impedir que unos cuantos se roben los recursos naturales que son de todos.
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