Un exjuez del Tribunal Superior Electoral se queja de que el gobierno lo cubió y reclama que le pague por los servicios prestados durante las elecciones pasadas.

Con detalles así vamos perdiendo la capacidad de asombro, pero no la memoria.

Si hacemos una pequeña lista descubrimos que este es un gobierno de cuberos y hay millones de cubiaos y engañados.
 
Pena por la pobre gente que cuando fue a activar su bono de Navidad descubrió que ya los compañeritos de partido la habían cubiao.

Cubiaron a las mujeres y toda la sociedad con el relajo que aún tienen con el Código Penal.

Todavía los estudiantes esperan el pasaje gratis que les ofrecieron.

Nada dicen de los 500 dólares de salario a los policías.

Ofrecieron 10 mil pesos cada mes a las mujeres que sufren violencia y las pobres quedaron cubiadas.

Cubiadas están todas las personas que aún esperan se inicien las obras prometidas en sus provincias.

Estamos esperando las 30 mil viviendas al año y los 600 mil empleos que iban a crear.

Por cada escándalo nos cubean con más préstamos que nadie sabe en qué se invierten.

Esta gente hasta tiene cubiaos a miles de sus militantes que les ofrecieron villas y castillos y ahora ni los conocen.

En el imaginario popular un «cubo» es un engaño, es triste decirlo, pero estamos ante un Gobierno de cuberos y más penoso es reconocer que quien está «cubiao» es el pueblo dominicano.