¿Cuál es el relato?
En esta época de criminalización del pensamiento diferente y de la política, del bullicio y el bulto triunfando sobre las propuestas, de lo efímero llevándose lo importante sobre sus patas, vale hacerse una pregunta:
¿Quién está pensando en la gente?
Cuando las escuelas no funcionan, obligando a las familias y sus hijos a no recibir la educación y protección que manda la ley, que necesitan y merecen, ¿quién levanta la voz por ellos?
Cuando la inflación se come los salarios y la seguridad alimentaria de la gente, los servicios públicos se deterioran, complicando procesos que la ciudadanía antes resolvía en horas, y que ahora le cuesta días o no se logra, ¿alguien está hablando por ellos?
Cuando lo que se vive en el país no alcanza para aguantar y echar el pleito en tu tierra, y prefieres la ilegalidad, la violación o la muerte de un camino desconocido, ¿quién ofrece una esperanza certera para mejorar la situación?
En República Dominicana no se ha vuelto a sembrar una mata para la salvación de los ríos a través de Reforestemos Quisqueya, se ha perdido la alimentación y educación de tanda extendida, se ha tirado al piso la capacitación de maestros de excelencia y bachilleres bilingües, le quitan los bienes a la patria, se comen el dinero del pueblo en nóminas y bocinas que les aplauden y callan temas como estos, las mujeres con menos derechos, se pierden obras necesarias por olvido y odio de quienes dirigen las instituciones, se reutilizan jeringas en los hospitales, los servicios cada vez más caros y con peor calidad, el metro con problemas casi a diario, la seguridad ciudadana siendo un mito, los ríos y bosques en peligro porque el propio gobierno firma para que se destruyan, y muchas, muchas otras situaciones que la gente vive, sufre y siente que no tiene quién le escriba, vale hacerse otra pregunta:
¿Quedan dudas sobre cuál es el relato político que la oposición debe asumir?
Pensando en lo humano sobre todas las cosas, a mi me resulta bastante claro. La gente en el centro de las políticas. Ese es el relato.
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