Con la frente marchita

10-07-2024
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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Veinte años no es nada, dijo Gardel. Y quizás tuvo razón, porque veinte años de espera de un Código Penal que reconociera derechos y condenara delitos, no fueron nada. Legisladores dominicanos procedieron a echar a la basura la espera y la esperanza.

La aprobación del proyecto en el Senado dice mucho de ese hemiciclo y del Gobierno que lo controla. El esperpento normativo nos retrotrae a la Edad Media: excluye a las iglesias de responsabilidad penal y contempla la prescripción de la corrupción en 20 años.

El abanderado Gobierno de la transparencia pone límite a la persecución de la corrupción y envía a el siguiente mensaje: robaremos todo y en 20 años nadie podrá perseguirnos. Veinte años no es nada, dijo Gardel.

El Código aprobado por el Senado, el de la infamia, tipifica el abuso infantil como “disciplina” en algunos casos. Suaviza las penas por violación y no contempla las 3 Causales para la interrupción del embarazo.

El partido que hoy controla el Gobierno, el Congreso y la Justicia, da la espalda a las mujeres, a la niñez, a la transparencia, y abraza las posiciones más conservadoras y negadoras de derechos.

Si en 20 años ningún Congreso se había atrevido a aprobar un adefesio de esa naturaleza, lo evidente es que estamos ante el Congreso y el Gobierno más atrasados en términos políticos y sociales.

Sobre todo, la lucha incesante de las mujeres dominicanas porque se le reconozcan derechos, ha sido simplemente ignorada, tras veinte años. Porque veinte años no es nada, dijo Gardel. Con la frente marchita.