Comunidad, familia y escuela
Incluso antes de la pandemia, la necesidad de vivir y permanecer en comunidad me ha parecido importante, insustituible.
Y encontrar una comunidad como la mía, de la que hace días he querido contarles, es gozo y tesoro, sin intención de que suene poético.
Ojalá es casa, familia y escuela. Aquí nos hemos dispuesto a conectar e invitar a participar a ser constructivos.
Aquí reconocemos los problemas sociales, acompañamos sus luchas y entendemos que juntos es la única manera de encontrar soluciones posibles y duraderas.
Sabemos que la infoxicación es un problema latente y queremos colaborar en la permanencia, democratización de una nueva comunicación y convivencia digital.
Hacemos y compartimos una redacción sin fronteras y para la educación ciudadana.
Somos una comunidad que despierta sentido de pertenencia, que quiere ayudar a que la gente cuestione, pero también, que reciba respuesta.
Una comunidad formada por comunidades, por grandes temas, que son también creencia y posiciones.
Lo nuestro es trabajar y unificar para construir una sociedad de bienestar.
Y de eso, de ser diferentes, vivimos felices y orgullosos.
Les invito a conocer a mi Comunidad Ojalá, porque también quiero que sea tuya.
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.