Carta a Orlando

17-03-2022
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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Querido Orlando.
Terencio no lo sabe, pero ciertamente » Nada humano te fue ajeno»

Hace 47 años que el miedo vestido de infamia cegaba tu preciosa vida.

Aquella noche, los pobres de la patria perdíamos un hermano que defendía con corage y gallardía el derecho a la vida con dignidad.

Contigo, el terror trataba de silenciar voces y conciencias, pero no pudieron, cada gota de tu sangre derramada fue abono para lo poco que hoy tenemos de democracia y libertad.

Siente que tu mirada clara, con las pupilas abiertas al sol sigue invitando a miles de hombres y mujeres a levantar banderas y seguir los caminos de las luchas en campos y ciudades.

Quizás sueño, pero tengo la certeza que si vivieras, tu inteligencia y agudeza fueran luz ante los retos de las mujeres y los jóvenes en un mundo cada vez más complejo. 

Quisiera contarte cosas bonitas, pero se que con tu Microscopio verías que pueden ser paños tibios.

De los políticos ni te cuento, es muy duro que sepas que ahora los riferos y otras especies son hasta diputados.

Mira que cosa, producimos más riquezas y así mismo se multiplica la pobreza, sólo que ahora los pobres andan como zombis con una cosa que se llama celulares.

Aquí estamos Orlando, seguimos siendo la misma sociedad en la cual el modelo económico y social nos empobrece material y espíritualmente.

Se comieron el país Orlando, estoy seguro que tus dedos en las teclas de la maquinila estarían firmes defendiendo ríos, bosques y la vida silvestre.

Bueno, no quiero agobiar tu descanso, esta nota tan sólo es pretexto para decirte que te extrañamos, que recordamos la dignidad de tu limpia mirada, siempre solidaria y firme en armonía con las más bellas aspiraciones de la humanidad.

Dónde quiera que estés, te abrazamos querido Orlando