Ayer y hoy del Golpe contra Bosch
Recordamos en esta semana los 62 años del golpe de Estado contra Bosch, que éste certeramente analizó como manifestación de la Crisis de la democracia de América en la República Dominicana en el libro del mismo nombre.
Desde entonces, la lista de golpes es casi interminable. Desde Chile en 1973, pasando por Argentina (1976), Granada (1983), Venezuela (2002), Honduras (2009), Ecuador (2010), (Paraguay 2012) Brasil (2016), Bolivia (2019), hasta Perú (2022), entre otros.
Y, a lo largo de esas más de seis décadas, la guerra económica despiadada, casi genocida, contra Cuba.
El golpe contra Bosch nos permite ver la evolución de los métodos para tumbar gobiernos en la que Martí llamó Nuestra América. El papel de los medios de comunicación. Ellos son el primer recurso. Hoy las redes sociales son determinantes.
En algunos golpes el componente militar es perentorio (aquí, en 1963, como en Bolivia, 2019); la intervención extranjera a veces es indispensable (aquí en 1965, como en Granada, en 1983).
En otros el lawfare es suficiente. La justicia (caso Brasil) o el Congreso (caso Perú) destituyen presidentes. Y, siempre, los medios de comunicación construyendo el relato principal.
Ayer, el cuco del comunismo, la penetración soviética, Cuba, etcétera; hoy, el narcotráfico, China (aunque no la mencionen)…, pero siempre en juego la cuestión de nuestra soberanía y nuestros recursos naturales.
Un gobierno que no tenga sangre de lacayo, pronto será perseguido por los mismos sectores que derrocaron a Bosch en 1963, quien se opuso a que la riqueza dejada por los Trujillo se la robara un grupito.
No es casual que hoy, a 62 años del golpe contra Bosch y a 60 años de la revolución de abril y la intervención militar de EEUU en nuestro país, estén de nuevo las mismas fuerzas militares frente a las costas de Venezuela.
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