Autoflagelarse no sana

03-06-2024
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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Todos los grandes partidos de la República Dominicana han sido afectados por la privatización de la política. Partió en pedazos al partido de Balaguer, al de Bosch/Peña Gómez/Majluta/Hipólito/Abinader y al de Bosch/Danilo/Leonel.

Te menciono cuatro manifestaciones de la privatización y me darás razón:

Primera: El partido se vuelve un archipiélago con un montón de islas, planes de trabajo distintos, agendas particulares y bypass institucional; el comité de base, el comité intermedio y las candidaturas pasan a ser propiedad privada; con ellas, su dueño dice y hace lo que le viene en ganas; no hay disciplina, porque allí mandan intereses privados. 

Segunda: La ausencia de formación política y de debates en los organismos partidarios, convierte a la rentabilidad en la ideología de los miembros y dirigentes del partido. 

Tercera: En su delirante alienación, el miembro del partido pierde su identidad de servidor público, que ejerce la política por amor al prójimo y adopta una nueva identidad, la de certificado financiero, para quien lo que cuenta es la rentabilidad del tiempo o dinero invertido.

Cuarta: Solo la victoria, es decir, la rentabilidad asegurada y quizás multiplicada, garantiza cohesión, lealtad y gobernabilidad en el partido privatizado, mientras que la derrota lleva a deslealtad, ingobernabilidad, ira y depresión.

La disparatada propuesta de renovación autoflagelaría al PLD en lugar de sanarlo de los daños causados por la privatización de la política, por el asedio del adversario y por las bajas en el combate político.

Los resultados electorales de 2020 y de 2024  no pueden tipificarse como “rentabilidad fallida”, ni atribuibles a Danilo Medina, ni a los muchos constructores de las victorias de 1996, 2004, 2008, 2012 y 2016.

No es cierto que la sociedad dominicana haya enviado un mensaje pidiendo renovación en el PLD, como tampoco ha solicitado al PRM que pida perdón por su codicia electoral. 

La verdad es que a la sociedad dominicana no le importa nada de eso. Le preocupa su bienestar y la prosperidad de sus negocios. Tanto es así que la abstención, provocada o no, en mayo de 2024, fue de 46 %, más alta que en 2020, año del Covid-19. 

¡Dime tú!

Peor aún: una parte de la sociedad dominicana votó a candidatos que hoy son senadores, diputados, alcaldes y regidores con vínculos con el narcotráfico, con delitos sexuales; votó también en municipios a cambio de droga, a cambio de dinero.

Estoy convencido de que lograremos reparar los daños sufridos por PLD en el combate, rescataremos los valores y prácticas que hicieron fuertes al PLD y energizaremos a nuestro pueblo para liberarse de sus males.