Dice el refrán y la canción: “Hay amores que matan” y los del Gobierno del Cambio con los grandes capitales parece que llevan ese desatino.

Durante el año escolar pasado el amor entre Educación y los grandes medios costó una millonada de dinero sin resultados de calidad.

Los amores en el sistema eléctrico ponen en manos del gran capital las Edes, CEDEE, Punta Catalina, todas empresas del patrimonio público.

El Puerto de Manzanillo se le entrega a grandes capitales y a los Estados Unidos.

Con la Reforma Fiscal todo indica que por más que se maquille el costo, lo van a pagar los de siempre.

Con la crisis de los pollos y de los cerdos, la solución fue abrir las importaciones en lugar de impulsar un plan con los productores. Se prefiere que el gran capital importador haga su agosto.

Con las famosas Alianzas Público Privadas, los amores del Gobierno y los ricos se notan a leguas.

Igual pasa con las AFP y ARS: son intocables.

La última declaración de amor la da el Ministerio de Energía y Minas: pasa a ser empleado o capataz de la Barrick al pagar estudios para que hagan una nueva presa de cola.

No hay dudas, los amores del Gobierno del Cambio con el gran capital nacional e internacional, son amores que van matando cada día a los más necesitados de este pueblo.