¿Acostumbrarnos al escándalo?

08-11-2021
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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Ya en Ojalá hemos denunciado cómo los permisos de importación de productos de la agropecuaria han quebrado a cientos de pequeños productores.

Con las pruebas, con la propiedad y con la autoridad de décadas dedicadas a este sector, no se cansa de advertir Carlos Segura Fóster el desorden y sus consecuencias.

En los ocho años del gobierno pasado, esos permisos eran subastados por una institución privada (la JAD) y los beneficios generados—alrededor de siete mil millones de pesos—iban al Estado que los  invertía en el mismo sector. Hoy se entregan a preferidos del “cambio”, práctica vieja y corrupta.

Más aún, una investigación reciente acaba de revelar un escándalo mayúsculo en el INPOSDOM: el director del “cambio” ha ENTREGADO esa institución a una empresa extranjera cuyos dueños son investigados por corrupción en Argentina.

Sin licitación. Sin consulta. Sin autorización. Amo y señor. Dueño de una institución estatal. Un verdadero “cambio”.

Pero lo del INPOSDOM probablemente no tendría parangón si no estuviéramos presenciando lo que ocurre en Educación.

No es sólo que se han violentado todos los reglamentos para nombrar de dedo a cuanto favorito tiene el ministro.

O el desastre ocurrido con el Programa de Alimentación Escolar.

Allí, por encima de la DGCP y con complicidades a todos los niveles, en un proceso de licitación de computadores, han sido desechadas las ofertas de cerca de una decena de proveedores que cumplían con los requisitos y además ofertaban más barato con la misma calidad, para escoger otras que saldrán al Estado 1,300 millones de pesos más caras. Óigase bien: 1,300millones perderá el Estado dominicano sin que el gobierno se inmute ante semejante perversión.

¿Juegan el “cambio” y sus promotores a que nos acostumbremos al escándalo?