El sistema de pagos en la República Dominicana ha vivido una transformación silenciosa pero profunda, impactando directamente la vida financiera de cada ciudadano y empresa.

Basta con ver las cifras del internet banking y las transacciones al instante (LBTR), para dimensionar su magnitud.

Entre diciembre de 2014 y diciembre del año 2024, los usuarios de internet banking pasaron de 1.4 millones a 8.6 millones.

Si bien este dato puede incluir múltiples registros por persona, refleja una adopción masiva.

Similar evolución ha tenido los pagos al instante (LBTR) desde su lanzamiento en 2014, con un marcado auge a partir de la pandemia, al observarse un salto de 7 millones de transacciones anuales en el año 2020 a 32 millones en el año 2024.

Es decir que, hoy los dominicanos y dominicanas tranzan cuatro veces más a través del sistema de pagos al instante, que hace 4 años.

Para el usuario financiero, esto se traduce en tiempo recuperado y mayores ventas.

Madres solteras, trabajadores y pequeños comerciantes liberan horas que antes perdían en filas bancarias o tapones para realizar pagos o cobros.

Los negocios aumentan sus ventas gracias a esta modalidad de pago.

La comodidad que brindan las transacciones digitales también le ha facilitado la vida a las grandes empresas, al ofrecerle un sustituto a los cheques, cuyo uso se redujo a un tercio en la última década.

Esto no solo es eficiente, sino que reduce riesgos operativos, al mover billones de pesos de forma segura.

La próxima revolución llega en 2025 con el Sistema de Gestión de Pagos Instantáneos (SGPI), que permitirá realizar pagos o recibir fondos cualquier día y hora, acreditar los recursos en 10 segundos, bajar los costos por transacción y por último, reducir los fraudes, al poder confirmar la transacción inmediatamente.

El sistema de pagos dominicano, servicio de titularidad exclusiva del Banco Central, evidentemente, genera confianza y sigue evolucionando.