La desesperanza

19-07-2021
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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El salario da la dimensión de los bienes y servicios que un trabajador/trabajadora puede adquirir en el mercado.

Esa capacidad ha sido seriamente dañada. Unos la perdieron debido al cierre de empresas por pandemia; otros, por el incremento dramático de precios.

Empresarios y gobierno recientemente han querido aliviar la herida abierta por la inflación en el corazón trabajador, pero no han hecho más que empeorarla.

¿Cómo? Poniendo insatisfacción y decepción donde quizás aún quedaba alguna esperanza.

Un huevo, por ejemplo, hace un año costaba 4 ó 5 pesos. Hoy cuesta entre 7 y 8 pesos. La libra de pollo subió de 40 a 75 y 80 pesos, quiere decir que para los trabajadores y demás dominicanos el costo de la vida subió entre 75 y 100% en sólo dos productos. Pero  gobierno y empresarios, como han demostrado destacados economistas, en el mejor de los casos apenas llegaron al 24% de aumento del salario mínimo.

El incremento no recupera el salario perdido. Por tanto, no restituye la capacidad de compra.

Así, mientras en la Caja de Pandora de la leyenda griega queda la esperanza luego que salen los males, a dominicanos y dominicanas nos han dejado la desesperanza. Muy mala cosa.