El pri-prí: patrimonio rítmico y musical dominicano

11-11-2020
Música
Ojalá, República Dominicana
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Acordeón, güira y balsié. Tres instrumentos: dos de percusión y uno de viento, bastan para crear un ritmo prístino que ha atravesado el tiempo por al menos un siglo.

El pri-prí es dominicano y detrás de esa creación hay historia y hay mística.

Cuando a finales de la década de los 70, el músico dominicano Tony (Toné) Vicioso lo conoció, ya el pri-prí tenía décadas latiendo en el pueblo. Desde entonces, no ha podido separarse del ritmo que define como fascinante.

“Fui originalmente por los Congos de Villa Mella y me encontré con este estilo en el parque, en la fiesta del Espíritu Santo”, nos contó.

Toca el piano desde los 5 años, es investigador, compositor y conceptualista musical. En su larga carrera de investigador de ritmos nacionales y extranjeros, considera que el pri-prí “es una joya” y fue muy popular a principios del siglo veinte.

Hoy, a pesar del olvido y la marginación, el pri-prí tiene presencia en la Sabana del Espíritu Santo, zona que va desde Cambita Garabitos, en San Cristóbal, hasta San José de los Llanos, en San Pedro de Macorís. Así que Santo Domingo queda en el territorio en que se desarrolla esta música.

“Villa Mella sigue siendo el centro del pri-prí… La comunidad de Los Morenos, es decir, la familia Moreno Mercedes, en Punta, hoy en día es el corazón del pri-prí”, detalló el compositor.

Variedades rítmicas del pri-prí

Amén de que, como ya se ha dicho, el pri-prí es fundamentalmente un ritmo generado a partir del acordeón, la güira y el balsié, hay otras variedades. Refiere Toné Vicioso que algunos investigadores hablan del carabiné, la mangulina y el guarachao como “complejo del pri-prí”.

Rodeado de tamboras, balsiés, panderos, un piano, guitarras y pentagramas, en la sala de su casa, Toné Vicioso ha conversado con OJALÁ.

Sus indagaciones (y de otros investigadores) lo han llevado a establecer que el merengue llegó a la capital en la década de 1920, cuando se construyó la carretera Santo Domingo-Santiago, durante la primera invasión estadounidense a nuestro país (1916-1924).

“Marta Ellen Davis refiere que Trujillo rechazó el pripri porque supuestamente el baile era muy lascivo. Se abanderó con el merengue y lo usó como propaganda política. El pri-prí quedó así relegado”, manifestó con pesar.

Valor y rescate

Para Toné Vicioso, cuya vida ha dedicado a investigar este tipo de ritmos, es una lástima que no se esté aprovechando ni difundiendo algo tan autóctono y tan importante de nuestras tradiciones.

“Vengo de estudiar matemática musical, jazz, música clásica, rock… y cuando yo veo rítmicamente lo que es el pri-prí, digo: ¡Wao, esto es una cosa GRANDIOSA!”, dijo.

“Es irónico que esta grandiosidad esté totalmente subvalorada. A cualquiera que se meta a investigar y analizar el pri-prí y sus manifestaciones le va a dar trabajo. No cualquiera descifra lo que pasa ahí musicalmente…”, comentó.

Propone establecer estrategias efectivas para apoyar el desarrollo y preservación del ritmo; crear consciencia “de que ahí tenemos una grandeza”.

A los músicos de pri-prí “hay que beneficiarlos, ponerlos a que produzcan de esa grandeza. Poner a los aportadores originales en grupos de música, para que los hijos se motiven, que vean a su papá viviendo de eso, no pasando trabajo y hambre”, planteó.

En la Ciudad Colonial, desde su balcón, donde orea panderos recién elaborados, Toné Vicioso ve en el pri-prí una industria en potencia que, si se impulsa de la manera adecuada, enriquece aún más nuestro acervo cultural rítmico y musical.

Conoce más del pri-prí. Accede a la primera parte del testimonio del destacado exponente de este ritmo, tan nuestro como el merengue y la bachata: el pri-prí: patrimonio rítmico y musical dominicano (1/3).