Los indios Wampanoag
Éste, como cada año, hace muchos años, el pueblo indio de la reserva Wampanoag, uno de los verdaderos descubridores de América—ya se sabe que lo de Colón es cuento que todavía se nos vende para que celebremos el despojo y el genocidio que celebra España el 12 de octubre y los EEUU el cuarto jueves de noviembre—El recién pasado, como todos los días de Acción de Gracias, los indios Wampanoag, sobrevivientes del exterminio, salieron de su “reserva”, allá en Massachusetts, a decir que ellos no tienen nada que celebrar.
Sus ancestros recibieron hace cuatro siglos a los primeros “peregrinos”. Ellos, quienes practicaban la caridad y la solidaridad verdaderas; que no expulsaban de sus costas a los emigrantes como lo hacen hoy Europa, Estados Unidos y compartes… Ellos que les enseñaron a cultivar el maíz y les ayudaron a sobrevivir el duro invierno, pasarían a ser conocidos como “nativos”, aborígenes o “indios” y pronto conocerían el trágico y brutal sistema del que huían precisamente aquellos primeros emigrantes “peregrinos” expulsados por la violenta, desigual e intolerante sociedad inglesa que pronto reproducirían en las nuevas tierras.
Desde entonces, el indio es “bruto” porque se dejó arrancar sus tierras, como los pobres de hoy son pobres porque son “haraganes y viciosos”… Desde entonces, el indio es malo y cruel y el blanco John Wayne se pasea absoluto y arrogante imponiendo con su rifle su “democrática” desigualdad, cazando indios y pobres en nombre de la superioridad anglosajona, como luego cazarían negros en nombre de la misma superioridad; como lo hacía España en nombre de la “hispanidad” y como hoy cazamos aquí parturientas haitianas en nombre de la “dominicanidad”…
Éste, como todos los años, hace ya muchos años, los indios Wampanoag salieron de nuevo a comprobar asombrados cómo logra el capitalismo que sus víctimas celebren el despojo y el genocidio.
Sólo en Estados Unidos, este año, CIEN MILLONES de pobres acudirían a los bancos de alimentos donados para poder celebrar la masacre, el saqueo y la desigualdad… y otra vez, nadie prestaría atención a los indios aguafiestas de la reserva Wampanoag.