¿Cómo el acercamiento entre Irán y Arabia Saudita cambia la situación estratégica en Oriente Medio?

17-03-2023
Mundo
RT, Rusia
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El acercamiento entre Irán y Arabia Saudita alcanzado este mes con la mediación de China está cambiando la situación estratégica en Oriente Medio, asegura el exsecretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger.

El veterano político señala el creciente papel de Pekín tanto en esa región como en el mundo.

«China ha declarado en los últimos años que necesita participar en la creación del orden mundial […] Ahora ha dado un paso significativo en esa dirección», dijo Kissinger en una entrevista concedida a un columnista de The Washington Post.

El alcance de un acuerdo entre Teherán y Riad, continuó el político, conllevará consecuencias para Israel también, que tendrá que tomar en cuenta los intereses chinos a la hora de presionar a Irán por su programa nuclear.

«Lo veo como un cambio sustancial de la situación estratégica en Oriente Medio», opinó el exfuncionario.

Además, afirmó que el ascenso de China como pacificador «cambia los términos de referencia en la diplomacia internacional», y evidencia que EE.UU. ya no es la única potencia lo suficientemente fuerte y flexible negociar acuerdos de paz en la región.

¿Qué pasó entre Riad y Teherán?

El pasado 10 de marzo, Irán y Arabia Saudita firmaron un acuerdo para reanudar sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016, y se prevé que en ambos países se reabran las embajadas en un plazo de dos meses.

El acuerdo fue alcanzado con la mediación de China durante unas conversaciones trilaterales celebradas en Pekín, donde, desde el 6 de marzo, el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani, había mantenido intensas negociaciones con su homólogo saudita, Musaad bin Mohammed Al Aiban, para resolver las diferencias entre Teherán y Riad.

En la declaración conjunta emitida por Irán, Arabia Saudita y China, los dos países islámicos hicieron hincapié en el respeto a la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos de la otra parte. Además, pactaron aplicar su acuerdo de cooperación en materia de seguridad firmado el 17 de abril de 2001, así como llevar a la práctica el acuerdo de cooperación económica, comercial, técnica, científica, cultural y deportiva firmado el 27 de mayo de 1998.

Asimismo, el Gobierno de China invitó a Irán y a los países árabes del golfo Pérsico a celebrar una cumbre en Pekín este año, según informó el pasado domingo The Wall Street Journal, citando fuentes familiarizadas con el asunto.

Riad y Teherán, rivales regionales durante décadas, vieron sus relaciones agravarse tras la ejecución del prominente clérigo chiita Nimr al-Nimr en Arabia Saudita en enero de 2016. El mismo año, el reino árabe rompió lazos con Teherán después de que manifestantes atacaran la embajada saudí en la capital iraní.

En el conflicto de Yemen, activo desde 2014, Irán ha apoyado a los insurgentes hutíes, que luchan contra la coalición internacional liderada por Arabia Saudita.

En 2019 Riad culpó a la República Islámica de los ataques contra sus instalaciones petrolíferas, que dejaron sin suministro a la mitad del país.

«Hacia una fundamentalmente diferente arquitectura de seguridad»

El periodista estadounidense Thomas Lifson describió el éxito diplomático chino como una «derrota aplastante» para Washington.

«El triunfo chino en Oriente Medio, que está poniendo a Estados Unidos en segundo plano, es uno de los principales signos, si no el peor, del desastre que ha desencadenado la presidencia de Biden. Son muy malas noticias para nosotros, para nuestros aliados europeos y japoneses,coreanos, taiwaneses dependientes del petróleo de Oriente Medio, y para Israel», escribió en American Thinker.

Trita Parsi, vicepresidente ejecutivo de Quincy Institute, calificó el acuerdo de «buena noticia para Oriente Medio», añadiendo que China se ha convertido en «un actor que puede resolver disputas en lugar de limitarse a vender armas a las partes en conflicto».

«A diferencia de EE.UU., los chinos han mantenido una postura neutral hacia su conflicto, han trabajado muy duro y con gran disciplina para no dejarse enredar en las disputas que varias potencias regionales tienen entre sí […] Cabe mencionar también que China ha tenido esta influencia diplomática sin contar con una sola base militaren la región, sin ser el principal proveedor de armas para ninguno de estos países y sin dar ninguna garantía de seguridad a ninguno de ellos, que es, normalmente, el modelo de mediación estadounidense», declaró el periodista en Democracy Now!

Mencionando los informes de los planes chinos de acoger una cumbre de Irán y los países árabes del golfo Pérsico este año, admitió que estos esfuerzos de Pekín podrían ser «los primeros pasos hacia una arquitectura de seguridad fundamentalmente diferente en la región».

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