¿Por qué cada 25 minutos se suicida una ama de casa en India?

16-12-2021
Mujeres
Público, España
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Un total de 22.372 amas de casa indias se quitaron la vida en 2020. En este grupo se producen un promedio de 61 suicidios al día, lo que se traduce a uno cada 25 minutos según los datos de la Oficina Nacional de Registros Criminales (NCRB)del Gobierno indio recogidos por la BBC. De hecho, representan el 14,6% del total de los suicidios registrados en el país el año pasado y más del 50% del número total de mujeres que murieron por esta causa.

Estas cifras no son excepción y desde 1997, año en el que comenzaron los recuentos, más de 20.000 amas de casa se suicidan cada año. Las causas, según los informes son «problemas familiares» o «cuestiones relacionadas con el matrimonio», pero lo cierto es que los expertos en salud mental coinciden en que una de las principales razones es la violencia machista desenfrenada, que ni se cita en los estudios.

«La mayoría de las niñas se casan tan pronto como cumplen 18 años, la edad legal para contraer matrimonio. Se convierten en esposas y nueras y pasan todo el día en casa, cocinando, limpiando y haciendo las tareas del hogar. Todo tipo de restricciones se les imponen, tienen poca libertad personal y rara vez tienen acceso a dinero propio», explica la psicóloga clínica Usha Verma Srivastava a la cadena británica. 

Además, la situación se agravó con el confinamiento por la pandemia de coronavirus, que supuso el encierro de muchas mujeres con sus maltratadores y restringió aún más sus movimientos y su capacidad para hacer cosas que les trajeran «alegría o consuelo»: «La ira, el dolor y la tristeza se acumula con el tiempo y el suicidio se convierte en su último recurso», señala la psicóloga Chaitali Sinha.

Investigaciones independientes señalan que un tercio de las mujeres indias que se quitan la vida tienen antecedentes de haber sufrido violencia machista en sus hogares. Así, las mujeres comenzaron a formar pequeños grupos informales de apoyo entre ellas y en situaciones cotidianas: mientras viajaban en tren o con las vecinas mientras hacían la compra. «No tenían otra vía para expresarse y, a veces, su cordura dependía de esta conversación que podían tener con una sola persona», señala Sinha tras observar este fenómeno cuando trabajaba en un hospital psiquiátrico del gobierno en Mumbai.