Sequía en Zimbabue: la solución innovadora de los agricultores
La sequía en Zimbabue se volvió crítica en los últimos meses. La situación derivó en complicaciones para la producción de alimentos y, en la misma línea, para los cultivos.
Sin embargo, los agricultores idearon una solución innovadora y sorprendente. Se trata del cultivo de gusanos. En qué consiste y cómo presentó soluciones.
Cultivo de gusanos: la original forma de combatir la sequía en Zimbabue
En 2019, en el sureste de Zimbabue, África, un proyecto de cultivo de gusanos surgió como una alternativa para una larga sequía. Las condiciones habían arrasado con las cosechas de maíz en la región de Nyangambe.
Pero la propuesta no fue recibida como un rayo de esperanza, sino con escepticismo y escozor. Muchos agricultores, ya exhaustos por la falta de alimentos y recursos, se enfrentaban a la idea de criar insectos como fuente de nutrición.
En una reunión clave donde se presentó la propuesta, Mari Choumumba, una agricultora local, compartió lo que todos pensaban: “Estábamos alarmados”, contó a Associated Press.
“¡¿Qué?! Son moscas, las moscas traen el cólera”, reclamaron incluso algunos, convencidos de que el riesgo de enfermedades era mucho mayor. Sin embargo, la realidad fue distinta.
Según los voceros de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en la actualidad, los agricultores de Nyangambe no solo redujeron sus costos de producción en un 40%, sino que han encontrado una nueva fuente de vida en la larva de la mosca soldado negra, una especie nativa de América del Sur.
Cultivo de gusanos: el proceso
El proceso involucra la crianza de larvas que se alimentan de desechos orgánicos en descomposición, convirtiéndose en una rica fuente de proteínas para el ganado.
Robert Musundire, profesor especializado en entomología de la Universidad Tecnológica de Chinhoyi, explicó a Africanews la importancia de esta fuente proteica.
“Es incluso mejor que la proteína cruda que obtenemos de la soja”, dijo. La iniciativa resultó ser un salvavidas económico y ambiental, dado que Zimbabue produce aproximadamente 1,6 millones de toneladas de residuos al año, de las que el 90% pueden ser reaprovechadas.
Con los cambios climáticos y la persistente sequía, la mosca soldado negra se convirtió en una aliada. En Uganda, por ejemplo, estos gusanos fueron clave para enfrentar una crisis de fertilizantes derivada de la guerra en Ucrania. En Nigeria y Kenia, su cría ha tenido éxito comercial.
Esta metodología de “sistema circular” como describió Musundire, ofrece un ciclo de vida eficiente donde las larvas consumen residuos y dan como resultado una proteína de composición entre el 55% y 60%, ideal para el ganado.
A pesar del inicial rechazo, ahora se estima que alrededor del 50% de los agricultores en Zimbabue utilizan estas técnicas de cultivo, según estima Musundire.
Este cambio se debe en parte a la educación sobre los beneficios del proyecto, como la falta de transmisión de enfermedades por parte de estas moscas, que no son como las domésticas.