Un grupo de investigadores liderado por Ruijie Zhu, profesor de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad de Nanjing (China), se dio a la tarea de entender cuál ha sido el impacto que han tenido los microplásticos en las plantas.

Para ello, combinaron más de 3,000 observaciones de este impacto, las cuales fueron tomadas de 157 estudios.

En los resultados, publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences señalaron que, al parecer, la contaminación por microplásticos está reduciendo significativamente el suministro de alimentos. Esto, añaden, es principalmente porque dañan la capacidad de las plantas para realizar fotosíntesis.

Los investigadores señalaron además que algunos cultivos como el del trigo, arroz o maíz se están perdiendo por las partículas de plástico.

Entre sus cálculos estiman que es entre el 4% y el 14%. Esta situación, no obstante, podría empeorar a medida que incremente la contaminación por plástico.

Por eso, los investigadores advierten que hay una probabilidad de que la contaminación por plásticos incremente el número de personas en riesgo de morir de hambre.

A sus ojos, esto podría representar un “escenario alarmante para la seguridad alimentaria mundial” y, de hecho, aseguran que “las pérdidas anuales de cultivos causadas por los microplásticos podrían ser de una escala similar a las causadas por la crisis climática en las últimas décadas”.

Otras investigaciones han sugerido que los microplásticos pueden dañar a las plantas de varias formas, por ejemplo, las partículas de plástico que contaminan pueden bloquear la luz del Sol que llega a las hojas, también pueden bloquear los canales de nutrientes y agua o liberar sustancias químicas tóxicas que las afecten.

En los resultados, los investigadores aseguraron que los microplásticos redujeron la fotosíntesis de las plantas terrestres en un 12% y en un 7% en las algas marinas. En cuanto a la reducción en el crecimiento de cultivos como el trigo, arroz o maíz, los científicos señalaron que Asia era la región más afectada. Allí se reportaron reducciones entre 54 y 177 millones de toneladas al año.

Para corroborar sus resultados, emplearon un segundo método. Se basó en un modelo de aprendizaje automático basado en datos actuales sobre los niveles de contaminación por microplásticos. Los resultados fueron similares.

Aunque para los investigadores estos resultados dan algunas pistas clave, advierten que aún se necesitan más datos que los lleve a tener estimaciones más precisas. No obstante, resaltan que este es el primer intento de cuantificar el impacto de los microplásticos en la producción de alimentos.