Fósiles de simio revelan cómo los humanos aprendieron a andar
El hecho de caminar erguidos es el símbolo por excelencia de la evolución humana. La comunidad científica cree que nuestra postura erguida se originó en África hace unos seis millones de años. Ahora, un nuevo descubrimiento publicado en la revista «Nature» retrasa unos cuantos millones de años la línea temporal del bipedismo. Además, sitúa su origen fuera de África.
Transformar el origen evolutivo del bipedismo
Según el estudio, una especie de simio recién descubierta al sur de Alemania, llamada «Danuvius guggenmosi», pudo haber caminado erguido sobre la planta de sus pies hace unos 11,6 millones de años en Europa. Los investigadores extrajeron más de 15,000 huesos de vertebrados de la excavación y desenterraron los huesos de la mandíbula, fémures, vértebras y huesos de los pies de cuatro fósiles: un macho, dos hembras y un joven.
«Los hallazgos realizados en el sur de Alemania son un hito en paleoantropología, ya que plantean cuestiones fundamentales sobre nuestros conocimientos anteriores de la evolución de los grandes simios y los seres humanos», comentó la señora Madelaine Böhme, autora principal y paleoantropóloga de la Universidad de Tübingen (Alemania), a la «BBC».
El ejemplo más antiguo conocido de caminar erguido
Hasta la fecha, se consideraba que la prueba fósil más antigua de caminar erguido tenía seis millones de años de antigüedad. Sin embargo, los fósiles de este primate antes desconocido sugieren que los simios mostraban características parecidas a las de los humanos mucho antes.
«Danuvius» combinaba atributos de los humanos con los de los simios. «»Danuvius» combina el bipedismo dominado por las extremidades inferiores de los humanos con la capacidad trepadora dominada por las extremidades superiores propias de los simios actuales», explicó el señor David Begun, paleoantropólogo de la Universidad de Toronto y coautor del estudio.
Caminaba erguido sobre los dos pies y utilizaba las cuatro extremidades para trepar a los árboles. Medía aproximadamente un metro y pesaba menos que la mayoría de los simios actuales. Los machos pesaban unos 31 kilogramos y las hembras unos 18 kilogramos.
«Por primera vez, pudimos investigar varias articulaciones importantes desde una perspectiva funcional, incluido el codo, la cadera, la rodilla y el tobillo, en un único esqueleto fósil de esta edad», comentó la señora Böhme. «Nos sorprendió comprobar lo parecidos que eran algunos huesos a los de los humanos, en comparación con los de los grandes simios».
Cómo evolucionó el bipedismo
«»Danuvius» cambia drásticamente la razón, el momento y el lugar de evolución del bipedismo», dijo la señora Böhme a «Reuters». «Nuestro último ancestro común con los grandes simios no se parece a un chimpancé, ni a ningún otro gran simio vivo. Puede que pareciera más a «Danuvius»».
«»Danuvius» ofrece una nueva forma de estudiar la evolución del bipedismo», añadió el señor Begun. «Antes de «Danuvius», no teníamos un modelo de la evolución del bipedismo que incluyese elementos clave de las posturas y la locomoción de simios y humanos».
Mientras siga habiendo lagunas de conocimiento, la forma en que conseguimos caminar con los pies por primera vez seguirá siendo un asunto que genere un debate acalorado. Los huesos de nuestros ancestros ofrecerán pistas que contribuirán a responder muchas de las preguntas clave sobre la evolución de la especie humana.