Ambientalistas denunciaron con pruebas que en la Isla Saona se realiza una construcción con varias instalaciones de manera ilegal.

Las edificaciones las realizan de manera escondida, agregan los ambientalistas, con cableado subterráneo. También indican que las instalaciones han sido cercadas.

Como se observa en la imagen, la construcción se realiza próximo al área de playa de una de las concesiones turística, vinculada a la Asociación Pro Desarrollo de la Isla Saona.

De igual modo, alertan sobre un vertedero improvisado a cielo abierto, localizado a la orilla de la carretera de Mano Juan-Catuano.

«Esto, aparte de la contaminación y mal manejo de los desechos sólidos, es un riesgo para el bosque de la isla Saona porque los gases pueden provocar un incendio», explica una carta pública enviada a la Coalición para la Defensa de Áreas Protegidas.

Recuerdan que cualquier vidrio o botella que le dé directamente el sol puede generar un fuego, y con la sequía que afecta el país se puede provocar un incendio forestal, hecho que sería catastróficos para los bosque y ecosistema de la Isla.

«¿Para qué se necesita esta tecnología de cámara sensible al movimiento con WiFi en una carretera que pasa por un monte?», cuestionan los defensores ambientales.

Agregan: «¿Para qué se necesita luces que un parque nacional y en un bosque como el que esta en la carretera de Mano Juan-Catuano? Es dañino para las poblaciones de insectos que son atraídos por las luces y no realizan sus funciones ecológica como el servicio ecosistémico de la polinización».

En ese mismo sentido, denuncian que la ampliación de la carretera facilita el transito para la gente que realice construcciones utilice la orilla de la carretera como botadero, lo que esta afectando el paisaje en muchas carretera del país.

Los ambientalistas explican esa área es inundable. En el lugar se destruyó un bosque de árboles como grigí, mangle prietos y mangle botón, entre otras especies nativas de otros arbustos, es decir, un área de más de 3 mil metros cuadrados.

El punto negro, al extremo superior de la lámpara, es la cámara. Están colocadas de forma intercalada.

Ambientalistas denuncian que a pesar de que existe un máster plan para Saona, estas construcciones se están haciendo sin estudio de impacto ambiental.